Reconocemos como “superior autoridad a la Voluntad de Dios, expresada en las Santas Escrituras, siendo todas estas inspiradas por Dios. Además, reconocemos como autoritativo en cuestiones de Fe, pero subordinados a las Santas Escrituras, “Los Treinta y Nueve Artículos de Religión”; los tres Credos Históricos, conocidos como “De los Apóstoles”, “Niceno” y “De Atanasio” y el “Libro de Oración Común y la Administración de los Sacramentos y otros Ritos y Ceremonias de la Iglesia según el uso de la Iglesia de Inglaterra y la Forma y Manera de Consagrar, Ordenar e Instituir los Obispos, Presbíteros y Diáconos, al que se encuentran adjuntos los treinta y nueve Artículos de la Religión” (Canon 1, Conjunto de canones de la Iglesia Anglicana de Chile, Sínodo 2009).
Una iglesia histórica, misionera y bíblica
Estamos presente en todos los continentes, pero al desvincularnos de la iglesia Católica Romana se nos considera como parte de las primeras iglesias protestantes y evangélicas.
Somos una iglesia misionera porque buscamos obedecer el mandato de Jesús: Servir y contar al mundo de Cristo, Su palabra y Su amor.
La Biblia es nuestra base de fe y transmitimos los preceptos enunciados en las Escrituras. Somos una iglesia Reformada y adherimos a los principios de la Reforma Protestante del Siglo XVI plasmados en nuestro libro de oración común y los 39 artículos de la fe.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo, Señor nuestro, que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de María virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.
Él descendió al lugar de los muertos, y al tercer día resucitó, subió al cielo; está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso, de donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa iglesia universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida eterna. Amén.
Credo de Nicea
Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y la tierra, de todo lo visible y lo invisible; y en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de verdadero Dios, engendrado no creado, de la misma substancia con el Padre y por quien todo fue hecho: el cual por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María virgen, se hizo hombre, y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras.
Subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre, de nuevo vendrá con gloria para juzgar a los vivos y a los muertos; su reino no tendrá fin.
Y creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo*, que con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado, que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia que es una, santa, universal y apostólica. Confesamos un solo bautismo para el perdón de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero. Amén.